OFRECIMIENTO DE AGUA POTABLE A TRAVÉS DE FIRMAS ENGAÑOSAS PARA LA COMUNIDAD SAN JUAN DE PIATÚA

Fuente de foto: anónima

En la comunidad kichwa San Juan de Piatúa no hay agua potable, aunque sí hubo la intención de construir una hidroeléctrica. Algunas de las 70 personas que viven en esta zona del cantón de Santa Clara, en Pastaza, tienen agua entubada, que viene de los riachuelos, y otras deben caminar 100 o 200 metros para recoger en baldes agua de los ríos. Después, almacenan el agua en tanques, que se suelen llenar de zancudos, que causan picaduras, irritaciones y en algunos casos, dengue. Los niños sufren de enfermedades estomacales con frecuencia, debido a la falta de agua segura. En temporada de sequía, entre los meses de agosto y septiembre, las familias no tienen ni agua del río.

El acceso a la comunidad es por el Km. 42 vía Puyo –Tena, y la distancia de recorrido por un carretero de tercer orden en carro es 10.4 Km, desde la cabecera cantonal, desde donde se continúa a pie por un sendero empalizado que tiene una distancia de 4 Km que conduce a la comunidad San Juan de Piatua (ViajandoX, s.f.) 

Fuente de mapa: Piatua Resiste


En el 2015, César Castro, que fue alcalde de Santa Clara hasta 2018, ofreció agua potable a las comunidades. Las familias de San Juan de Piatúa, se alegraron y colaboraron con los estudios que técnicos del Municipio realizaban. A través de este proyecto se recolectó firmas de los pobladores que estaban de acuerdo con la implementación de la obra. “Ahora sí, por fin vamos a tener agua potable después de mucho tiempo”, dijo una habitante que prefirió mantener su identidad en anonimato. 

Sin embargo, poco después, la comunidad se enteró que las firmas recogidas fueron usadas como si la comunidad estuviera a favor de la construcción de una hidroeléctrica en el río Piatúa. Este proyecto amenazaba con desviar el caudal hacia los ríos Jandia Yaku y Anzu. 

Casi 10 años después, la comunidad de San Juan de Piatúasigue sin acceder al servicio de agua potable. En 2023, César Castro fue reelegido como alcalde de Santa Clara. 

En la administración del alcalde Jervis Arboleda, entre 2018 y 2022, la comunidad de San Juan de Piatúa recibió duchas, baños y lavanderías, que están abandonadas porque debido a la falta de agua es imposible usarlas. 

Fuente de foto: anónima


La lucha por proteger el agua

El río Piatúa, que nace en el Parque Nacional Llanganates, es conocido por sus leyendas Sirena Rumi (La piedra de la sirena) y       Shuwak Rumi (La piedra que roba). Sus aguas cristalinas son consideradas curativas, siendo el sustento de vida de las comunidades. Es decir, tiene una importancia cultural y vital para los kichwas que viven en sus riberas. Además, a lo largo del río, los emprendimientos turísticos de las comunidades kichwa ofrecen actividades como danza tradicional y gastronomía. Este territorio megadiverso de flora y fauna, es navegado por turistas locales y nacionales, quienes realizan  deportes extremos como el rafting, kayak y tubing. Los visitantes se sorprenden desde la entrada a las comunidades, con la vista de las montañas del Parque Llanganates. 

En el año 2017 el Ministerio del Ambiente, omitiendo los procesos de consulta previa, libre e informada y sin el consentimiento del Pueblo Kichwa de Santa Clara, al que pertenece San Juan de Piatúa, firmó un contrato de concesión con la empresa Genefran y autorizó la ejecución de un proyecto hidroeléctrico en el Río Piatúa, por un plazo de 40 años, de acuerdo con información de la organización Pachamama. La única fuente de agua de estas comunidades, debido a la falta de agua potable, estaba en riesgo. 

La comunidad San Juan de Piatúa ha sido víctima de las trampas mentirosas de las autoridades y empresas extractivas, se ha buscado dividir a las familias también con ofrecimientos de trabajos, salud, educación.

Sin embargo, el Pueblo Kichwa de Santa Clara presentó en 2018 acciones legales en contra de la empresa Genefran y del Estado, por falta de la consulta previa, libre e informada. 

Fuente de foto: anónima


“Pensando en el futuro de mis hijos, me puse a pensar y me dije será que apoyo a la construcción de la hidroeléctrica, porque van a llegar muchos beneficios. Tener una buena educación para mis hijos no estaría nada mal y más un trabajito digno para mí o mi esposo. Con mucha duda decidí ir a la asamblea que convocó en ese tiempo nuestro kurakaCristian Aguinda. Llegaron personas de diferentes comunidades y escuchando claramente las consecuencias, peligros y desafíos que tenemos que enfrentar, no solo nosotros sino nuestros hijos.  La construcción de una hidroeléctrica cambiaría mucho nuestra forma de vida y el río Piatua no sería igual. Decidimos unirnos a la lucha alistamos lanzas y decimos decir no a la hidroeléctrica, aunque las peleas seguían con las familias que defendía a la empresa”, dijo la persona que prefiere mantener su identidad en anonimato. 

Finalmente, en el 2021 la Corte provincial ratificó la suspensión del proyecto y reconoció la violación de los derechos colectivos. El caso ha sido una referencia de lucha por los derechos de la naturaleza, siendo pionero en las discusiones sobre los derechos de los ríos y caudales.

Generalmente la Amazonía está en la mira de toda empresa extractiva. En este caso, de una empresa hidroeléctrica en el río Piatúa, vulnerando los derechos de la naturaleza. Estos están mencionados en  el artículo 34 de la Constitución de la República:  “La satisfacción de las demandas de agua y la protección del recurso y de los ecosistemas, servirá para el equilibrio y armonización del desarrollo regional y sectorial incrementando las disponibilidades del recurso, protegiendo su calidad, economizando su empleo y racionalizando sus usos en armonía con el medio y los recursos naturales”.  

Además de San Juan de Piatúa, las comunidades Wayuri, Chonta Yaku, San Rafael y 20 de abril fueron las principales víctimas de engaños y ofrecimientos falsos.  En estas comunidades tampoco hay agua potable y enfrentan los mismos desafíos para obtener agua de las vertientes. Finalmente, estas comunidades kichwa no tienen alcantarillado. Los desechos se van directamente a los ríos, sin ningún tipo de tratamiento, poniendo en aún más peligro a sus habitantes, quienes dependen del agua de los cuerpos hídricos para cocinar, bañarse, lavar, entre otras actividades cotidianas.

Este reportaje fue elaborado en el marco de la beca de DesenreDatos con el apoyo de DW Akademie y Corape.